“¡Menudas pintas!”: Discutir con tu hijo adolescente por su corte de pelo, ¿vale la pena?

Durante la adolescencia, los jóvenes atraviesan una etapa de construcción de identidad en la que su apariencia física, especialmente el cabello, se convierte en un símbolo de autoexpresión. Según la psicóloga y psicoterapeuta Carolina Plato Tello, los adolescentes sienten una necesidad apremiante de controlar ciertos aspectos de su vida, donde su apariencia personal es una de las áreas en las que buscan mayor autonomía.

El cabello y la autoexpresión

Plato Tello explica que la pubertad es un periodo de cambio significativo en la vida de los jóvenes. “Los chicos empiezan a tomar decisiones sobre ellos mismos que, unas veces, son acertadas y otras, no tanto”, comenta. Este proceso es crucial para el desarrollo de su autoestima, ya que buscan estilos que los distingan de los demás, los hagan sentirse aceptados y admirados por sus compañeros.

Los adolescentes utilizan su apariencia para experimentar y definir quiénes son. "Buscan estilos que les diferencien de los demás y que les hagan ser ejemplos a seguir", subraya la psicóloga. Este deseo de imponer su identidad a través del cabello puede generar tensiones en la familia, especialmente cuando los padres no comprenden la importancia de esta forma de autoexpresión.

La importancia del diálogo

Carolina Plato Tello recalca que el entendimiento entre padres e hijos es fundamental en esta etapa llena de contradicciones y confusión. Es vital que los padres aborden la adolescencia como un periodo de aprendizaje. En lugar de imponer normas estrictas sobre la apariencia física, es más beneficioso dialogar con los hijos sobre sus decisiones y llegar a acuerdos que respeten la necesidad de autonomía de los adolescentes.

El cabello, por tanto, no es solo una cuestión estética, sino una manifestación de la búsqueda de identidad y autonomía. Este aspecto, aunque pueda parecer trivial, tiene un impacto considerable en la construcción de la autoestima y el sentido de pertenencia de los jóvenes.

Conclusión

En conclusión, aunque un cambio de 'look' pueda provocar fricciones, es esencial que los padres adopten un enfoque comprensivo y dialogante. Comprender que estos cambios forman parte de un proceso de crecimiento y autoafirmación es clave para mantener una relación saludable y de apoyo mutuo con los adolescentes.

Para más información, puede consultar el artículo original en [El País](https://elpais.com/mamas-papas/2024-09-02/consejos-para-ayudar-a-tu-hijo-adolescente-que-empieza-el-instituto.html).